Te ofreceré un sacrificio de gratitud e invocaré Señor tu Nombre (Salmos 116:17)
¡Ni todas las canciones hechas a Dios en gratitud son suficientes para todo lo que él hace por nosotros!
Que te parece si hoy tomas éste tiempo para agradecerle a Dios por todo lo que hace por ti. Si al levantarte olvidaste agradecerle, ¡hazlo! Cuando tu corazón se rinde en gratitud a Dios las palabras salen por si solas; tu alma comienza a adorar porque sabe reconocer el favor de Dios en tu vida.
Comienza agradeciéndole por tú salvación y porque aún a pesar que falles él no desiste de ti.
Así que nosotros que estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos.
Inspirados por esta gratitud, adoremos a Dios como a Él le agrada, con temor reverente.
(hebreos 12:28)