[column width=»1/1″ last=»true» title=»» title_type=»single» animation=»none» implicit=»true»]
Cuando el hombre falla en esta responsabilidad, cuando no nos preocupamos por la creación y por los hermanos, entonces gana terreno la destrucción y el corazón se queda árido. Por desgracia, en todas las épocas de la historia existen “Herodes” que traman planes de muerte, destruyen y desfiguran el rostro del hombre y de la mujer.
La iglesia tiene que ser fuerte y valiente para gritar y hacer que el nombre de Dios sea un tema de diálogo natural en la actualidad.
Hechos 20.24
Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
[/column]